martes, febrero 07, 2006

Tintin el culplable


No puedo calcular exactamente que edad tenía cuando por primera vez conocí a Tintín, pero eso que importa, lo importante realmente fue lo que significó en mi vida. Fue mucho lo que me hizo soñar e imaginar, viajé gratis por el mundo entero, conocí paisajes que me enamoraron y viví junto a él aventuras únicas. Milú era mi preferido, también hubiera querido tener un perro que me hablara, además su tamaño era ideal, “el perro maletín” –asi lo catalogué yo- que podía llevarse a todas partes (el perro que “me tocó” amar en la vida, es una gigante Golden Retriver, y nada de “perro maletín” tiene, estorba como no se imaginan). Tintín llegaba a mi vida en libros de pasta dura y llenos de color, cada mes, gracias a un amigo de mi padre que me los enviaba de España. Abrir aquellos libros era olvidarse del mundo por unos cuatro días, miraba, leía una y otra vez, los olía, y así me la pasaba ilusionada y feliz.

Las Joyas de la Castafiore, La oreja rota, El asunto tornasol, y otros muchos títulos más tenía en mi biblioteca personal. Y como no falta el hermano mayor que se cree con derecho a todo, un día decidió que eran de su propiedad, los empacó y se los llevó. Nunca se lo he perdonado, y en todos estos años que han pasado después del robo, hemos discutido y peleado algunas veces, y no ha valido demostrar mi derecho sobre ellos, él sigue aún como propietario de mis mejores cuentos.

A los Hermanos Hernández y Fernandez, El capitán Haddock, borrachito permanente, y al loco Profesor Tornasol, no los he olvidado aún, se metieron en mi corazón por siempre y aún siguen haciéndome reír y soñar como cuando niña. Me alegra no crecer tanto y poder seguir imaginando y deseando vivir todas esas aventuras.

Tintín me diferencio de los amigos del colegio y del barrio, mientras ellos leían Condorito y el Pato Donald, yo, la muy distinta –cosa que me alegra – leía esos libros venidos de otro continente. Por eso mi niñez fue tan especial, por eso soñé mas y perdí mas asignaturas en el colegio, pero parte de lo que soy hoy, se debe a aquel periodista bajito y calvo, que me hizo activar mi cerebro y obligarme a imaginar mundos únicos y maravillosos, en los que viví feliz.

PD. Y como Tintín, me hiciste imaginar otros mundos a través de tus sueños de cine, y ahora sin ninguno de los dos, prometo que no dejaré de soñar. Esto es para los dos.

5 comentarios:

tirasdepapel dijo...

Mi hermanita, me hiciste recordar un montón de anecdotas de cuando era niña... precisamente fábulas que uno termina ligando con ciertos acontecimientos de la vida...
Me gustó mucho tu post... Un abrazo!

Anónimo dijo...

El que más me gustó siempre fue "Vuelo 714 para Sidney", digan lo que digan. Un abrazo y gracias por tu visita. Que duermas bien y sueñes con Tintín y conmigo. Otro beso.

nasty dijo...

Gabba Gabba hey!!!!!!!

Mariodata dijo...

Me gusto la cronica de tintin, aunque creo que a pesar de que tengo como tres años mas que tu no recuerdo que haya sido mi caricatura preferida... a mi me llevaban cuentos de ciencia ficcion casi siempre.
Por ahi me fije en tu profile y me gusta la musica que a ti te gusta. mariodata

mai lirol poni dijo...

no había visto tu blog!!!
este post me encantó, me sentí totalmente identificada......yo también pensaba que milú era el perro perfecto, y hasta pensaba en como le haría el maletín para que pudiera viajar conmigo.
buenísimo!
excelentes recuerdos, yo tengo uno parecido que se llama sobre fantasías y super héroes . leelo y contás!