miércoles, junio 07, 2006

Contra la soberbia, regetton


No me gusta el regettón, no me gusta y ya. Pero la vida tiene sus mañas para hacerme entender que las diferencias existen, y que debo vivir con ellas, quiera o no. El regettón no me gusta, no me gusta. Pero en los últimos meses lo he tenido a mi lado desde que me levanto hasta que me acuesto. No, no es un vecino que solo escucha esta música, mucho menos un novio tiniebludo que le guste perriar, tampoco es que esté trabajando en Mango´s, nada de eso. Es un asunto mas profundo. Me contrataron para diseñar un CD de… de que va a ser, de REGETTÓN, y para rematar el asunto, uno de mis clientes mas importantes (importante = mucha plata) quiere que la publicidad de sus productos tenga ese sabor regetonero, incluido el jingle por supuesto. Así que a perriar se dijo (tradúzcase en lenguaje de regettón). Yo, la criticona, la soberbia, que no negocio jamás mis gustos, he debido bajar la cabeza y meterme en ella todo aquel ritmo y todas aquellas líricas insoportables. Mi soberbia menguó por que si no trabajo no como, así que a trabajar!. Eso hago ahora, me sumerjo en las profundidades de ese mundo fatal, eso si, bien protegida, no vaya a afectarme demasiado semejante virus y se me incruste en el cerebro y acabe con un afiche de Daddy en la habitación. Contra la soberbia, regettón. Pobre de mi!!